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Historia de una larga aventura, por Fabian Buhl (FFA Déjà, 8c+)

Historia de una larga aventura cuenta la historia de compromiso y dedicación para afrontar la primera escalada en libre de una de las vias de largos mas dificiles del mundo: Déjà, 8c+ (Rätikon)

Texto: Fabian Buhl

Déjá (8c+) FFA

Una aventura totalmente nueva en Rätikon comenzó para mi cuando Beat Kammerlander me suguirió que probara la via Déjá. Pese a que Beat estuvo trabajando intensamente en ella, hasta entonces no se había visto ninguna ascensión en libre.

En un primer vistazo al croquis, descubrí que la primera ascensión fue a cargo de mis amigos Michi Wyser y Andres Lietha, a quien por aquel entonces todavía no conocía.

Conocí a Andres por primera vez en el Invierno de 2018, cuando tras hablar sobre Déjà se propuso como mi compañero para realizar la escalada.

Andres Lietha Déjá

En la primavera de 2015, finalmente acepté el desafio y me dispuse a analizar las secciones clave de la ruta. Tras un tiempo de dedicación, finalmente puede encontrar un metodo que me permitió imaginar por primera vez la posibilidad de liberar la vía. La verdad es que nunca he tenido que trabajar tan duro como con Déjà para conseguir descifrar todos los movimientos de una vía de estas características.

Fui una temporada tras otra a Rätikon, a menudo sólo para jugar y optimizar los movimientos de la ruta. Al poco tiempo de comenzar a analizar la vía, me di cuenta de que necesitaba condiciones extraordinarias, ya que el tipo de escalada no permitía escalar en dias muy calurosos, pues acabaría resbalandome.

Fabian during the FFA of Déjà

En otoño de 2018 decidí dedicar el tiempo suficiente en mi agenda para afrontar con total compromiso el reto. Necesitaba planificar con antelación los entrenamientos para llevar mi nivel físico a las condiciones ideoneas para afrontar la escalada.

Me costó bastante adquirir las condiciones físicas que deseaba, pero finalmente el 6 de Octubre estaba de vuelta en Rätikon. Lo cierto es que pese a que las condiciones físicas me ayudaron durante la escalada, el tipo de vía exigía una precisión y una técnica tal, que tuve que memorizar de nuevo todos los movimientos para no cometer ningún error. La desventaja fue que nunca pude probar mas de 3 o 4 veces los movimientos del paso clave, ya que las regletas son tan pequeñas y pinchudas que acaban por romperte la piel.

Sabía por los años anteriores que la prioridad principal era no tener ningun corte. Por lo tanto, invertí siempre el primer pegue en el largo duro. Tras un par de intentos pasaba a concentrarme en el resto, que también requerían técnica y expecial dedicación.

«Decidí que las condiciones idoneas para liberar el largo eran las de un día sin sol y una temperatura de -2 a 5 °C».

Tras haber trabajado todos los largos llamé a un par de amigos para que vinieran conmigo a intentar encadenar, pero la verdad es que el largo clave seguía siendo un problema dificil de resolver. Estudié los movimientos intensamente y descubrí exactamente a que hora del día y a que temperatura debía intentarlo. De modo que decidí que las condiciones idoneas para liberar el largo eran las de un día sin sol y una temperatura de -2 a 5 °C.

La desventaja de la última temporada fue que nevó bastante, lo que complicó la aproximación con mi coche. Recordaré el día anterior al encadenamiento por el resto de mi vida.

Condujimos a través de la nieve pesada hasta que mi viejo coche se quedo totalmente atascado. No preocupados por la situación, hicimos la mochila y nos fuimos a escalar. Este habría sido un día perfecto para encadenar Déjà. Por desgracia, las nuves entraron y el viento aumento considerablemente.

En el noveno largo el viento empezó a pegar con fuerza, lo que hacía imposible que nos mantuviéramos calientes. Intenté el largo un par de veces, pero siempre acababa cayendo al borde de la hipotermia. Decidímos que era el momento de abandonar.

Acabé bastante desanimado aquel día, pero Andrés me dijo: «No te preocupes, volveremos! Hoy no vale la pena intentarlo.» Tenía razón. Mientras hacía el rapel, reflejé sus palabras en mi mente y me relaje pensando que tenía todo el invierno por delante.

El día del encadenamiento hicimos la cita como de costumbre a las 7:42 en la estación de tren de Landquart/Graubünden/Suiza. Me levanté a las 6:00 am y me dirigí a recogerlo. Aquel día no dormí bien y me levante con mucho sueño. Afortunadamente, en el momento en que recogí a Andrés mi motivación aumentó.

«Después de cuatro largos sin esfuerzo llegué a la crux y pude escalarlo al primer pegue.»

Nunca he escalado tanto en modo de piloto automático como en aquel día. Después de cuatro largos sin esfuerzo llegué a la crux y pude escalarlo al primer pegue. Me sorprendió que algo en lo que había trabajado tanto tiempo puediera salirme tan fácil.

Free ascent Deja

Llegué al último largo y supe que sólo me quedaba un 6b+ para llegar a la cima. Sabía que mi historia que ya duraba 4 años pronto se acabaría. Escalé el último largo y me arrastré hasta la pequeña cueva de roca. Andrés se metió en la cueva y me di cuenta de que para mí era una historia de cuatro años, pero para Andrés ya eran 27.

De repente, Andrés sacó una botella de champán. Al parecer, tenía mas esperanzas que yo en aquel día. Fue un momento surrealista compartir la copa de champán en este lugar único. Pero lo fue aún más el hecho de que Andrés estuviera en ese lugar hace 27 años para realizar la primera ascesión de Déjà y ahora estuviera aquí tras la primera ascensión el libre.

Gracias a todos mis amigos por su apoyo, sin vosotros hubiera sido imposible.

6a+,6c+,6b+,7c,8c+,7c+,6b+,6b+,7c+,7a,8a+,6b+

Celebration FFA déjá

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